Por: Carlos Alberto Correa Correa
Profesor de Asignatura Virtual de la División Económico Administrativo
Universidad Virtual del Estado de Guanajuato

Resumen

La literatura además de ser una herramienta básica del aprendizaje dentro y fuera de las instituciones educativas, es un detonante importante para el desarrollo personal. Por ello, el hábito de la lectura puede alcanzar niveles que beneficien el conocimiento, la información, las ideologías y el esparcimiento de individuos en cualquier edad y entorno.

Abstract

In addition to being a basic learning tool inside and outside educational institutions, literature is an important trigger for personal development. Therefore, the habit of reading can reach levels that benefit the knowledge, information, ideologies and recreation of individuals of any age and context.

El arte de la literatura enriquece nuestras experiencias de vida, por eso ninguna lectura es igual a otra, aunque el texto sea el mismo y lo podamos leer en distintas ocasiones. La diferencia consiste en las circunstancias particulares por las que atraviesan los lectores al momento de la decodificación; por ejemplo, leer a Gabriel García Márquez será una experiencia distinta si nos enfrentamos a sus cuentos y novelas siendo adolescentes que de adultos o, si nos encontramos en un momento de tristeza o alegría; recordaremos entonces, nuestra propia vivencia a partir del texto, es decir, después de leer El ahogado más hermoso del mundo (1968), unos hablaremos del ahogado y otros de la playa en donde apareció, otros se concentrarán en García Márquez y su narrativa breve, y el resto describirá las atmósferas características del escritor colombiano. Toda lectura es la evidencia de nuestro interior, de la época y el contexto.

La expresión escrita representa una de las herramientas y técnicas más eficaces para promover el aprendizaje; no obstante, esa competencia no es el objetivo principal, ya que la literatura debería lograr un impacto de mejor alcance al hacer que una persona no sólo adquiera conocimientos, sino que también se desarrolle en todos los niveles de su vida social y personal. Por tanto, la lectura y escritura son dos de los actos más puros que la humanidad ha podido generar. 

A través de los libros de historia conocemos el pasado y evitamos caer en los errores cometidos por otras generaciones. Asimismo, las editoriales han despertado la creatividad que produce avances tecnológicos sofisticados y complejos; también a través de la lectura somos capaces de superar nuestros duelos y carencias, así es como los autores célebres han sido responsables de trasladarnos por las mentes de los personajes y lugares que sólo en la imaginación y en la narrativa pueden existir. 

Leer o escribir no tendría que ser una acción elitista ni el capricho común de los hombres cultos y los sabelotodo, la literatura es un reflejo intrínseco de la naturaleza humana al que cualquier individuo debería tener acceso. 

Podemos leer novelas, cuentos, relatos, poemas, libros de texto, artículos científicos o ensayos. La clasificación literaria es tan extensa que sería difícil definir y encuadrar a todas las publicaciones en categorías limitantes; en coherencia con lo anterior, podemos afirmar que existen los libros académicos, divulgativos, científicos, narrativos, poéticos y con distintos fines tales como educar, informar o entretener. De la misma forma, hay estándares que se diversifican por la edad de los lectores y también por su experiencia previa, ya que una persona joven podría tener una gran capacidad lectora y un adulto ser un lector primerizo. Cuando un individuo se enfrenta a un libro, no importa la edad ni la formación sociocultural o el poder adquisitivo, lo trascendente de la literatura está en la dimensión mental, física y sensitiva, es decir, en las imágenes, las sensaciones y los procesos fisiológicos que una lectura nos genere, o nos permita experimentar y disfrutar. 

En otras palabras, podríamos deducir que no existen los malos lectores, sino personas que no han encontrado el libro adecuado a sus gustos e intereses. A veces por falta de tiempo o disposición, y en otras por las malas experiencias al leer por obligación y compromiso. La denominada lectura por encargo no nos permite concentrarnos ni ubicarnos en el estado mental y emocional de los cuales disfrutamos en las lecturas que realizamos por convicción y decisión. 

Cada lector debe seguir su propio camino y descubrir en la literatura los temas que le obsesionan, de igual forma es necesario encontrar a los autores con los que generamos mayor empatía. La literatura es una expresión estética y universal en donde se encuentran múltiples opciones para desarrollarnos, aprender, reflexionar y conmovernos; el reto es superar nuestros propios límites, las ideas preconcebidas y los lugares comunes.

Comprensión lectora

La comprensión lectora se divide en 3 niveles (Ruffinelli, 2013), los cuales son: 

• Nivel informativo: es la relación de las palabras con los acontecimientos narrados. A partir del proceso de información se genera el conocimiento y la memorización. En este nivel el lector debe ser capaz de entender el objetivo del texto, en otras palabras, es la capacidad para responder a las preguntas ¿Qué he leído? O ¿Qué voy a leer?

• Nivel estilístico: es la forma en la que se exponen los acontecimientos descritos y se ordenan los signos y palabras. A partir de este proceso se genera una relación de imágenes y se clasifica al texto. En el nivel de estilo el lector debe ser capaz de entender la estructura y la técnica de organización del escrito, asimismo se desarrolla la capacidad de análisis y pensamiento. Se responde a la pregunta ¿Cómo está escrito? 

• Nivel ideológico: es la expresión de los términos y conceptos sobre la realidad representados en el escrito. A partir de este proceso el lector genera una experiencia de vida significativa que relaciona con su estado emocional y mental, inclusive fisiológico. En el nivel ideológico el lector será capaz de comprender el mensaje del autor, relacionarlo con sus circunstancias particulares y desarrollar la capacidad de reflexión y crítica. Se responde a las preguntas ¿Por qué? Y ¿Para qué? 

• El nivel psicológico y estético de una lectura puede llegar a ser un proceso de mayor profundidad que la misma información, el estilo y las ideologías; esto se logra cuando el lector genera vivencias que en el momento de decodificar no se pueden racionalizar; sin embargo, la persona experimenta un proceso sublime superior a los sentidos y la lógica.

 Recomendaciones prácticas

La literatura, más allá de ser una acción que nos permita cubrir los momentos de ocio o satisfacer la necesidad de información, es un acto de placer. Debemos leer porque nos emocionamos, porque nos involucramos en las historias y porque tal acción nos evoca experiencias que estimulan la razón, el cuerpo, los sentimientos y el espíritu. El objetivo secundario de la literatura es ser una herramienta de información y esparcimiento, la cual también tendríamos que disfrutar y reconocer el aporte que produce nuestro desarrollo individual y la evolución en colectivo. 

Leamos entonces a Miguel de Cervantes Saavedra, Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes, José Emilio Pacheco, Julio Cortázar, Jorge Luis Borges, Juan José Arreola, José Agustín, Sergio Pitol, Fernando del Paso, Octavio Paz, Juan Rulfo… y de la misma manera disfrutemos de las grandes escritoras de la literatura mexicana como: Elena Garro, Rosario Castellanos, Irene Arredondo, Amparo Dávila y Luisa Josefina Hernández. Y también, leamos a los autores contemporáneos entre los que podemos mencionar a Eduardo Antonio Parra, Andrés Acosta, Hernán Ronsino, Arturo Pérez-Reverte, Elmer Mendoza, Alberto Chimal, Juan Villoro, Xavier Velasco, Álvaro Enrigue, Luis Jorge Boone, Bernardo Esquinca, Enrique Serna, Carlos Ruiz Zafón, Ildefonso Falcones, Dolores Reyes, Martha Alicia Chávez, Valeria Luiselli, Fernanda Melchor, Cristina Rivera Garza, Mariana Enríquez, Luis Panini, Socorro Venegas, Alaíde Ventura Medina, Liliana Blum, Ana García Bergua y tantos libros y autores como el deleite nos permita.

Recomendaciones prácticas

Reafirmando las ideas y argumentos antes descritos podemos enaltecer la literatura, no sólo igual que una herramienta básica y fundamental del aprendizaje sino también como un detonador del desarrollo personal en todos los aspectos, y, además, la lectura es el elemento primordial de la evolución de la sociedad a través de la ciencia, la educación y la expresión artística.

Si un individuo se enfrenta a un texto y al terminarlo no se emociona, no tiene deseos de reflexión o de compartir sus impresiones, o bien, esa lectura no modificó su estado de ánimo al grado de inquietarlo, incomodarlo, sorprenderlo o deleitarlo; entonces, el escrito no fue efectivo y únicamente decodifico signos diversos sin algún sentido o propósito aparente.

Referencias

• Ruffinelli, J. (2013). Comprensión lectora. México: Editorial Trillas.
• García, G. (2015). Todos los cuentos. México: Editorial Diana.

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