Por: Mtra. Margarita Arenas Guzmán
Consejera de la Junta de Gobierno
Universidad Virtual del Estado de Guanajuato
Son distintos los paradigmas por los que ha atravesado la sociedad en su devenir, así hemos incursionado desde el pensamiento lógico establecido por pensadores como Platón o Aristóteles, hasta los razonamientos de Descartes que le dieron por mucho tiempo, forma a nuestro avance en las ciencias. Hoy en día, la realidad es que todas las teorías que parecían darnos certezas absolutas cuentan con aportes como los de la mecánica cuántica o principios de incertidumbre, que nos hacen pensar en la diversidad, en lo complementario, en lo dialógico y sobre todo, en la flexibilidad.
Funcionan como constantes el cambio, la incertidumbre, la complejidad y la competitividad. Metodologías en la industria, como las denominadas ágiles, nos muestran que cada vez más los países desarrollados preparan a sus equipos de trabajo para ser perceptivos a los cambios en el alcance de sus proyectos, en los presupuestos e incluso en los tiempos para cumplir con los mismos.
En consistencia, en materia educativa, para tomar las mejores decisiones y cumplir con uno de los aspectos esenciales del perfil de egreso de la educación superior: el pensamiento crítico y la resolución de problemas, la era actual nos marca además retos fundamentales como pudieran ser el análisis de los datos en la búsqueda de información, y la posibilidad de compartirla para el desarrollo del ser humano.
La era de la información se traslapa con la del conocimiento, en la que sistemas, como los denominados open source permiten esquemas solidarios donde la mayoría de las personas con las capacidades necesarias, pueden disfrutar de los beneficios de un fragmento de código, de un programa o alguna herramienta generada por la comunidad que, ensamblada adecuadamente, puede ser parte de una nueva solución.
El requerimiento actual ante una sociedad con múltiples necesidades va más allá incluso de ese compartir solidario de información y conocimiento, nos lleva a una era de la reflexión, donde el ser humano debe optar por no solamente ser parte de la historia, sino de construirla día a día con su discernimiento. En días pasados ha llamado la atención la noticia de que prominentes personajes en materia de avances tecnológicos como Elon Musk, han hecho un llamado a hacer una pausa en el camino y detener una espiral que ha marcado el 2023: la inteligencia artificial, su popularización y aplicaciones genéricas para la sociedad.
Impulsada por gigantes informáticos como Google y Microsoft, ha sido este último quien ha tomado la delantera al difundir el ChatGPT en su versión 3 que muy pronto alcanzó los 100 millones de usuarios activos deseosos de hacerle alguna pregunta a esta novedad; la versión 4 fue ampliamente esperada y ya se encuentra entre nosotros, pero ya se promociona que la 5 será algo nunca antes visto por la humanidad, indiferenciable de su pensamiento.
Junto con las promisorias aplicaciones que esto tiene para la educación, que nos hacen soñar en la individualización de la misma, la colaboración en el desarrollo de saberes adecuados a la actualidad y la profundización en materia de investigación, se encuentran también proyecciones basadas en estadísticas como la de Yuval Harari, que con su breve historia del mañana apunta al fin de la era del homo sapiens.
Todas estas consideraciones, pueden servir, para buscar en esa pausa que el mundo solicita a través de algunas voces distinguidas, un humanecer, un renacimiento de lo que caracteriza al ser humano: su capacidad de amar, de aprender y de comprometerse con los otros. Esto puede ayudar a saber dónde estamos y proyectar hacia dónde vamos, en un marco de convivencia, paz, armonía y beneficios conjuntos.
En el presente número de la revista UVEG, se busca a través de sus secciones consolidadas: el reconocimiento de aquellos que conforman el cuerpo académico, un acercamiento a la filosofía que refería Antonio Caso “había que buscarla” y que constituye la madre de la ciencias, así como de los avances tecnológicos, engalana la edición también, una interesante revisión a la ética de la condición humana, que debe ser un faro luminoso que guíe por siempre nuestras acciones.
Estoy segura que disfrutarán sus lecturas.
Sobre la autora
Mtra. Margarita Arenas Guzmán
Maestra en Ciencias de la Reunión educación y Consejera de la Junta de Gobierno de UVEG.
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